El año siguiente comienza revolucionado para el club con hechos como la venta de Alonso a Vélez Sarsfield por su pelea con Di Stéfano, la vuelta de Kempes al Valencia, las transferencias de Ramón Ángel Díaz y Passarella crearon grandes huecos difíciles de compensar. Ubaldo Fillol es transferido y el conflicto con el plantel resuelto, pero queda un equipo muy debilitado y casi sin ninguna de las grandes figuras de la década anterior.